Te llevaré a un lugar perdido donde sólo nos faltará la ayuda de Joseh para llegar con nuestra lancha a nuestra Isla privada. El lujo es su exclusividad, sus carencias, su soledad. Comeremos de lo que pesquemos en nuestro acuario maximalista donde los peces nadan por las autopistas sin peaje del Atlántico.
La piscina nuestra es privada, libre de miradas indiscretas, no necesitamos ni ropa, ni toallas, la naturaleza nos ayuda. Es importante hablar con la mirada, pues no hay conexiones y es primordial que funcione la química para estar la semana de vivencias. Bailáremos con la brisa al son de las olas turquesas, pero sobre todo viviremos en nuestro mundo, en nuestra Isla, en nuestro hogar del paraíso y disfutaremos en el Ocaso de un exquisito GIN TONIC, para recordar lo vivido en la jornada.
El secreto es el lugar y te lo diré al oído, te enamorará. Nos acompañas ….