Viajar a Cuba, tiene muchos atractivos, como, su naturaleza, su belleza, sus gentes, sus calles, su música, sus playas, sus pueblos y como no, sus coches de mitad del siglo pasado, todos ellos reliquias andantes, piezas de museo rodante con precios altísimos para bolsillos europeos y de escándalo para bolsillos cubanos (como unos 3000 meses de salario medio cubano o 250 años de vida laboral) es decir unos 30000 USD por coche, como mi Chevi del 52, modelo Bel Air, que utilizo en mis viajes por su seguridad ¿?, su belleza y su acabado con la bandera cubana en el maletero y unos asientos de poli piel cruda que le dan un toque retro. En mi último viaje a Cuba lo utilicé para recorrer los 881 Kilometros que van del Hotel Nacional de La Habana al Hotel San Basilio de Santiago de Cuba, es decir de punta a punta del país en 6 etapas , con paradas en Guines, Aguada de Pasajeros, Santa Claras, Camaguey, Las Tunas y Manzanillo, donde me quede por unos días en el Parque Nacional de Sierra Maestra .En Cuba hasta ahora, se ha de ir de la mano de empresas locales y del gobierno, como es el caso de Cubanacan, nuestro socio local, de NTC COMPANY www.ntc1958.com con las que me unen una buena amistad con sus directoras, Sandra y Elisabeth. Por supuesto siempre utilizo un anfitrión local, que me hace las veces de guardaespaldas, guía, conductor, mediador, consejero, camarada y amigo y en este último viaje fue Osvaldo, toda una garantía durante los 9 días de mi ruta por el país para preparar un evento farmacéutico. Es un país, que, cuando se abra realmente a la democracia, perdedera mucha de sus esencia, pero ganara en bienestar para su población, no cultural, pues es un país, que por exportar (además de puros , azúcar y ron), sus mayores fuentes de divisas son sus médicos trabajando por hospitales de medio mundo y con toda seguridad será una potencia mundial del turismo, desbancando a países limítrofes, como Santo Domingo y Jamaica, por su cultura, estructura, preparación y formación historia y posibilidades económicas. Todo un lujo perderme por las carreteras cubanas, por los poblados y plazas del recorrido y sobre todo hablar y disfrutar con los cubanos, agiles de mente, calientes de corazón y sabrosossssss. Gracias Chevi, siempre recordare tu placa P 108682, tu fiabilidad, dureza, comodidad, traqueteo y ruido. Fuiste un buen compañero de viaje ¡¡¡¡