Lo #IMPOSIBLE solo tarda algo más en convertirse en #POSIBLE
Hace unos meses, andando por la calle Bélgica, del barrio Zaragozano de las Delicias, donde hace muchos años tuve una tienda de ropa, me encontré con uno de esos negocios familiares que cerrarán, seguro, con la generación que actualmente lo regenta, pues son negocios donde el cariño, el arte, el amor al trabajo, el respeto a las generaciones pasadas, el esfuerzo y la artesanía aún son valores que suplen a la economía actual, donde la tecnología, la inmediatez y la rapidez entre otras muchas variables han dado paso a la nostalgia.
Miguel Ángel Lafuente regenta ese negocio desde que su Padre, D° Angel se jubiló y el ya recuerda ver trabajar a su Abuelo en el taller de maquinas de coser, que se abrió en 1965. www.maquinasdecoserlafuente.es
Entrando en su taller me he enamorado de una máquina SIGMA, modelo A, de los años 50 del siglo pasado, totalmente restaurada por sus propias manos y enseguida me la he imaginado colocada en nuestro CLANDESTINO, junto al cuadro del pintor F.XUMETRA, que en 1907 pinto a la fabrica de nuestro bisabuelo en la Fábrica de San Martin, en Sabadell.
La importancia de las máquinas de coser en el siglo XIX, precursoras de la revolución industrial, se asemejan a la importancia de los ordenadores en la revolución INFORMÁTICA de finales del siglo XX.
La primera máquina de coser fue la de Elias Howe en 1846, pero la marca que revolucionó el mercado y el mundo fue la de Isaac SINGER, que sacó al mercado en 1851. Ya en 1890 dominaba el mercado mundial acaparando el 90% de la producción y la marca SINGER de la época era la más conocida a nivel global.
Todo un lujo hacer POSIBLE la unión de la máquina de coser con el cuadro de la fábrica familiar en nuestro #CLANDESTINO
El precio IMPOSIBLE de la #SINGER tras una buena negociación, se ha convertido en una nueva pieza para nuestro espacio.